El Dinero en la Sociedad..... ¿Es Amigo o Enemigo?

Denarium

La palabra Dinero es derivada del latín denarium, el cual era una moneda que utilizaron los romanos para realizar sus actividades comerciales.

En la antigüedad el cambio se realizaba con el trueque, el cual, se intercambiaba mercancía por mercancía. Pero a medida que las sociedades fueron creciendo las necesidades aumentaron, por lo cual, se hizo necesario que existiera un medio de intercambio más sólido que fuera portátil, duradero y sustituyera el uso del cacao, ostras, sal o metales preciosos. Fue así como evolucionó el dinero, constituyendo uno de los grandes avances de la civilización humana en toda su historia.

Bolívares Fuertes 

El dinero es un medio de intercambio común que usamos para el pago de bienes, servicios y deudas. Es necesario para vivir en nuestra sociedad actual de manera digna y se obtiene mediante el trabajo personal de cada uno. Hay quienes lo utilizan de forma descontrolada y otros, por el contrario, son discretos y prudentes en su uso.

Todas las personas deben adaptarse a sus ingresos económicos, manteniendo el nivel de vida que sus ingresos les permiten. Según la Dra. Trinidad Aparicio Pérez, Especialista en Psicología... “Hay personas que despilfarran y viven por encima de sus posibilidades económicas y otras, que ahorran todo cuanto ingresan, llevando una vida mísera....”, en mi opinión esto quiere decir, que hay personas que utilizan el dinero para comprar cosas innecesarias o gastan más de lo que ganan, por lo tanto, nunca les alcanza el dinero, mientras que otras que lo administran bien y llegan a cubrir sus necesidades básicas, se limitan a comprar solo lo necesario, viven una vida austera y controlada; y aunque se desenvuelvan dentro de un nivel social y económico alto, saben utilizar el dinero con prudencia y no se crean necesidades superfluas. 

El uso que le damos al dinero puede marcar la diferencia en nuestra vida y en la de otras personas. El dinero es necesario (ni quien lo dude...), pero ¿Por el hecho de permitirnos comprar una vivienda, comida, ropa, medicinas o pagar la educación, es nuestro amigo? ¿O será, quizás, un enemigo disfrazado?

Utilizando el dinero para comprar comida

¿Cuándo es nuestro amigo? Cuando lo utilizamos como un medio para mejorar o para cubrir alguna necesidad. Por ejemplo: Si comer es una necesidad diaria que nos proporciona salud y para comer utilizo el dinero, entonces ahí será bueno el dinero. También cuando necesitamos algún medicamento para mejorar la salud, hacemos el buen uso del mismo, dentro de nuestras posibilidades, es decir, mientras dispongamos de él. Puedo decir, que el dinero proporciona seguridad, comodidad, tranquilidad, etc. Nos ayuda hacer y obtener cosas que sin él no se podrían realizar. 

Hay personas que suelen tener mucho dinero y esto no quiere decir que lo despilfarren, de lo contrario llegan a ser generosas y solidarios, es decir, que destinan parte de sus ingresos a quienes saben que lo necesitan, como algún familiar o personas cercanas a ellas o a cualquier organización benéfica. Otras destinan sus ahorros para hacer inversiones, compran una casa, un carro o algún bien que el día de mañana lo ven como un logro de tener algo propio, de haber invertido bien el dinero. Esto proporciona tranquilidad. 

Compras Impulsivas

¿Cuándo es nuestro enemigo? Cuando las circunstancias lo impulsan a serlo, cuando permitimos que sea él quien rija nuestra vida. Una frase de Agustín Hipona...“Es que no me imagino mi vida sin ir de compras...”. En mi opinión son personas materialistas, que llevan una vida exageradamente consumista, sin saber por qué gastan de esa forma, compran porque les apetece, no porque lo necesiten, no tienen límite. En nuestra sociedad a esto se le llama compras o gastos impulsivos. 

El dinero también ha sido objeto de conflictos familiares. Dicen que es “un mal necesario”, “un motivo de conflicto permanente” o “el dinero es sucio”. No debemos olvidar que es solo un bien de intercambio, un billete o moneda que usamos para intercambiar bienes y servicios. El problema es que tendemos a otorgarle un excesivo valor emocional. 

Muchos miden a otros por lo que poseen, por la clase social en la que se encuentran o por su puesto de trabajo. En mi opinión son personas interesadas, el ser humano vale por lo que es como persona, no por el dinero que tiene. En nuestro entorno hay personas con mucho dinero pero pobres de pensamiento y corazón. No quiere decir que todas sean así. Otras relacionan el dinero con la felicidad, consideran que muchos de sus problemas se solucionan con un aumento de sus ingresos. Es verdad que una mejora en el nivel económico puede solucionar bastantes problemas. Sin embargo, no es cierto que exista una relación con el sentimiento de felicidad. Hay personas que experimentan grandes cambios económicos en su vida, sienten una sensación de felicidad durante un tiempo, pero suele durar poco. 

Para concluir, el dinero es tan importante como todo lo que deseamos y necesitamos. Hay personas que dicen: “A mí no me interesa el dinero”. Pero yo creo que dicen una mentira, porque si a esa persona en su trabajo le ofrecen un aumento de sueldo, estoy seguro que lo aceptaría, en ningún momento diría que no. Le ayudaría a comprar comida, ropa, una vivienda, un carro, le puede proporcionar educación, o le ayuda a pagar deudas. 

Tenerlo en abundancia nos permite vivir la vida sin limitaciones económicas, hacer lo que nos gusta, tener lo que queremos y también ayudar a los demás. 

Dicen las personas adultas que el dinero cuesta ganarlo, por lo tanto, hay que aprender a no desperdiciarlo. En ocasiones se aprende más en la escasez que en la abundancia. Cuando se tiene más de lo que se necesita, se empieza a caer en el despilfarro y a crear necesidades injustificadas y compulsivas, en este caso lo vemos como un enemigo. 

De hecho hay dinero que es mal habido, ya sea, por estafa, robo o secuestro y a veces motivo de peleas o angustias en las vidas de muchas personas.

Fuentes:
Eumed
El Dinero